viernes, 6 de noviembre de 2009

Tonch sin pilates

Recuerdo cuando debuté, más o menos allá en plena era de los hijos de setenta, al sonoro rugir de los bombazos en las Fábricas de Francia, Milano y la Ramar. El Rigo tocándome chido, sacándome arcoiris supersónicos. Y ésta se la brindo al Tom de Analco, Tomás Lizárraga, porque nos hizo buen paro y así no perdimos nuestra casa, ni nuestros aparatos, ni los instrumentos.TITITITITRITIIIIT. Me hacía cantar el Rigo, mientras Toncho y el Pitañoso coreaban: ¡ UNO-UNO-DOS-DOS -YAAAAAAA-AA! HOY EMPIEZAS UN NUEVO SENDERO. / APRENDERÁS MIS HÁBITOS,/ MIS POEMAS DE ALEGRÍA./ APRENDERÁS A HACER ALGO./ YO SOY EL MEJOR POETA DEL MUNDO./ YO LO SÉ. / UNO- DOS-UNO-DOS...

Dimos un tour por todas las prepas de Guanatos, nuestra flota de chícharos sacaba lujuria verde a los cerebros de los amplis y la rolaba, traíamos unas groupies bien buenas, luces de colores, hielo seco y toda la raza.

Cuando empezábamos, la gritería se confundía con el humo y la luz. Vistiendo el escenario de magia y sobrenaturalidad. ¡CON USTEDES... TOOONCHO PILATOS! TUNTUNTURUTUTUTU-TATATA-TATATA. Y se abría el concierto con Himno 43, de Jethro Tull. Y TITTIRITITIIIIIIITIT. Toncho empezaba a nombrar a sus elementos: ¡EN LA BATACA, RAAÚL! Y el pinche Lagañoso arreaba baquetazos a su bataca. ¡EN EL BAJO, PAASTEL! Y el Pastel se reventaba unos bajazos. ¡EN LAS TECLAS, BEETO! Y Beto se aventaba voraz al piano, tocándolo hasta con las barbas. ¡EN EL REQUINTO, RIIGO! Y el Rigo me hacía esculpir el silencio, me ponía con las cuerdas hasta atrás, cachonda y gemebunda, sus dedos me sacaban paraísos auditivos. Esa es la mera neta: el Rigo era bien efe, grueso y macizo para sacar delicias a mi alma electrónica. ¡Lo juro por mi padre Gibson! A mí me trataba mejor que a su morra, me acariciaba hasta con la lengua. Una vez en el Auditorio Benito Juárez, en el Concierto del Dólar, así llamado porque se cobró un dólar, 12.50 de los pesos antedevaluados, tocamos junto con Spiders, Peace and Love, Stone Facade, Chester Blues Band y 39.4; cuando saltó al entarimado Toncho con sus zapatillas del Santo y su capa voladora, dio de trompa porque un cable lo zancadilleó, pero luego como si nada, se reincorporó de maromita al ambiente de humo, zumbidos, gritos, pedos y pachole. Tras presentar a todos sus músicos, incluyendo al Mariachi Vargas de Tecalitlán, Toncho anuncia sus nuevas rolas : Atlanteotl y Arrastrando un huevo por el desierto. Cuando toca el turno a Rigo me vuelve poema, la raza se prende y si supieran la traducción del poema requinteado se hayan vuelto más locos, corre la traducción : TUS NALGAS ILUMINAN EL CAMINO AL PARAÍSO./ MI PRÍAPO SE HACE GUAPO AL CONSENTIRLO TU BOCA./ TU VAGINA ES UNA GUILLOTINA QUE DECAPITA MI TRISTEZA./ TUS CHICHILIHUANI ANIMAN MI ESPÍRITU./ MIENTRAS MIS MANOS SE PIERDEN EN LA NOCHE DE TUS CABELLOS. Así fue aproximadamente lo que compuso Rigo en mi cuerpo. ¿Que por qué jalaba tanta raza? Nada más paren oreja a sus CD´S y disfrutarán las chambotas del Rigo.

Claro que hubo épocas de crisis, donde me rebajó al jingle del refresco: CABALLITOS CABALLOTES. / TRANTRANTANTAN./ PRUEBA Y TE GUSTARÁN./ TRANTRANTANTAN./ NO TE IMPORTE LA EDAD./ TRANTRANTANTAN./ CABALLITOS...

Luego tronó el grupo, que Toncho empeñó los aparatos. ¡Oh shit-cajeta!

El Toncho siguió arme y arme nuevos grupos con mi amo Rigo siempre fiel. El Toncho era más pedo que el Rigo, antes de cada tocada se aventaban medio litro de tequila puro y sobre la marcha, mandaba chavos a la vinata por botellitas de cuarto. Y seguían echándose tequila solapas, sin limón.

El Rigo también tomaba tequila, pero no tanto como Toncho, que decía ver moros con tranchete jalándolo para la tumba o entes malignos que supuestamente dañaban a sus compas. Toncho continuó vivito y tocando hasta junio del 92, a estas alturas están ya echándose un pisto en las nubes o inquietando a los gusanos con su música que se atrevió a romperle la solemnidad al sistema: YO TOMO TEQUILA CON LIMÓN Y UN HUATO DE ROCK. O como últimamente afirmaba Rigo en la soledad de su soliloquio: A VECES QUISIERA QUE LA BOTELLA DE TEQUILA FUERA ESPONJA, PARA EXPRIMIRLA Y SACARLE MÁS ALEGRÍA, O QUE MI GIBSON EN LUGAR DE SONIDO ARROJARA UNA FUENTE DE TEQUILA.

Ahora Rigo se avienta la última danza en memoria de sus fans, aunque yo, pobre guitarra descascarada, Gibson, modelo Mustang, requinto de cuernitos llameantes que tantas veces reventara en orgasmos iridiscentes, yazgo en un rincón del Montepío, sin que nadie sepa que fui la reina del Rigo. Cualquier día escapo y doy un concierto en el cenizo ámbito tapatío para despertar a los alineados alienados, van a ver, que al cabo para eso me toco sola y haré que recuerden al Rigo que sacó un RÍO AMARILLO a Christie, que se siga oyendo EL MEJOR REQUINTO DE MÉXICO: RIGOBERTO GUERRERO, el Narizini de Guadalajara, a quien yo seguiré cantando: PUES VE / LAS CUERDAS DE TU REQUINTO/ TE LLAMAN/ NO DESCONFÍES DE TU TALENTO/ LAS SAGRADAS NOTAS MUSICALES TE AMAN/ INMORTALIZARÁN TU ESPÍRITU/ NO TE PODRÁN OLVIDAR/ TUS RAÍCES TIENEN SIGLOS/ UNA MISMA META: EL ROCK Y EL TEQUILA REVUELTO SON TU INTERMINABLE DANZA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario